domingo, 16 de septiembre de 2018

Parecía que llegaban de golpe


Parecía que llegaban de golpe

He desempolvado un viejo disco,
Uno de mis muchos y queridos vinilos.
Su primera canción “Ara que tinc vint anys”
Me ha dejado tocado ¡ya estaba triste!

Muriendo con el año he ido oyendo
Una a una todas las canciones:
La tieta, balada per a un trovador, una guitarra…
Un nudo ha crecido en mi garganta,
Se han abierto todas mis llagas.
Serrat, siempre Serrat.

Parecía que llegaban todos los recuerdos de golpe
De mis viejos amores y desamores de entonces y de ahora.
De entonces cuando tenía veinte años
Y cantaba con fuerza,
De ahora que ya me asomo
Como el trovador a las flores de tus noches.
Con unos zapatos rotos y unas ropas polvorientas.

Cansado de estarme haciendo mayor
Y de oír que ya lo soy,
Y que ya nada me importa,
Que el tiempo pasó y que volaron los años
Y su huella hunde mis ojos.

Ya ni siquiera tengo canas
Y mi mirada, sin querer, se ha hecho triste.
Ya no tengo manos que coger entre las mías,
Ni ojos a quien mirar,
Ni a nadie que se deje acunar o incluso acariciar.

Y es que la vida me sigue diciendo
Que coja mi guitarra
Y que la cuelgue a mi espalda
Y que me aleje andando camino arriba,
Aunque ya no haya flores en la vereda.
Que ande, que huya
Que ya no me queda nada.

Debo despedirme de la puerta que se cierra
Ya las palabras no llegan,
Pues la marea empuja las olas hacia mis pasos
Y pronto no quedará playa,
Ni la brisa del mar en la mañana,
Ni esa barca que antaño los dos empujamos,
Haciendo nuestros días claros,
Muchas veces tormentosos.
Y es que los sueños duermen en la maleta del recuerdo
Donde ya nada es,
Ni el azul del mar se asoma a mis retinas.

Me he dormido y mi feria está vacía,
Sin gente.
En la noche descansan solitarias mis marionetas
Aquella que movimos una y otra y otra vez
Hace tanto tiempo
Con tantas ganas.


Lleno de incertidumbre y melancolía.
30 de diciembre de 2017

1 comentario:

  1. ¡Vaya poema para escribirlo un treinta de diciembre! Creo que la Navidad pone triste a mucha gente.
    Rezuma tristeza por todos lados y me ha dejado muy alicaída.
    Espero que esa derrota que impera en todo el texto sea pasajera.
    Un beso.

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